Hace unos días, una compañera compartió conmigo este cuento que me gusta porque se sale de lo normal y aún así creo que es muy atractivo para los niños/as... Disfrutadlo.
Erase una vez, una niña llamada Mariafrigildis.
Mariafrigildis era una chica muy apañada, ella
se lo fabricaba todo: se hacía la ropa, los dulces, las mejores comidas…
A Mariafrigildis le encantaban las fiestas de
su pueblo, todos los años las esperaba con mucho entusiasmo porque le encantaba
bailar... lo que más le gustaba en este mundo a Mariafrigildis era bailar..
Así que el día de las fiestas Mariafrigildis se
levantó muy temprano deseando que llegase la hora de la fiesta.
Como Mariafrigildis era muy “apretá” para estas
cosas, pensó que lo mejor que podía hacer era preparar un gran potaje de
garbanzos para comer antes de ir a las fiestas, de esta manera podría bailar
todas las horas que durase la fiesta. Así que empezó a meter todos los
ingredientes en la olla (lo ideal en este punto es decir todo tipo de
ingredientes, empezando por los que realmente se utilizan y terminando con
algunos absurdos).
Cuando terminó de hacerse el potaje Mariafrigildis
se llenó un plato hasta arriba y se lo comió enterito. Pero se quedó con un
poco de hambre así que se llenó otro plato de potaje y lo volvió a comer
entero, Mariafrigildis ya no podía comer más, pero en la olla sobraba un poco y
le daba mucha cosa dejarlo así que se terminó todo lo que había.
Mariafrigildis estaba tan llena que no podía ni levantarse de la mesa. Así que esperó un rato a reposar la comida y después se dispuso a vestirse, pero como había comido tanto no podía ponerse ni el vestido, le costó una barbaridad subirse la cremallera y para poder sentirse cómoda dentro del vestido tenía que meter mucho la barriga, así que estaba un poco apretada dentro de él.
Pero a ella le daba igual, ya estaba preparada
para irse a las fiestas de su pueblo y bailar ¡¡todo el día!!
Cuando llegó a la plaza no había nadie, ni los
músicos tocaban, Mariafrigildis había llegado tan temprano que todavía estaban
preparando la plaza, pero cuando la vieron llegar un músico dijo:
- "¡Mirad ya está aquí Mariafrigildis,
como todos los años, vamos a empezar a tocar que le gusta mucho bailar!”.
Así que los músicos empezaron a tocar y Mariafrigildis
empezó a bailar. Pasaron las horas y empezó a llenarse la plaza poco a poco, ya
no era la única bailando, había gente por todos lados y cada vez más y más gente:
niños jugando, los hombres en la barra bebiendo cerveza y las mujeres hablando
en corrillos bebiendo vino…
De repente, Mariafrigildis empezó a sentirse
muy pesada, estaba muy incómoda, sentía una presión en su barriga muy fuerte. Empezó a sentirse mal e intentó que nada
saliera de su cuerpo, así que siguió bailando sin hacer caso a lo que le
pasaba, pero empezó a ponerse de todos los colores hasta que ya no pudo más
y....
RRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Peo que te crió.
Mariafrigildis se tiró un gran peo, un peo tan
enorme que la orquesta dejó de tocar, la gente dejó de bailar, los niños
dejaron de jugar. Todo el mundo la miraba sorprendida y cuchicheando sobre el
peo de Mariafrigildis..
- "Madre mía qué vergüenza!!!" -
pensó Mariafrigildis – “¡¡¡Tierra trágame!!!!"
Y entonces la tierra se abrió y se la tragó.
De repente Mariafrigildis apareció en un túnel
oscuro, iluminado por pequeñas lucecitas y al fondo se escuchó una voz que
decía:
- "¡¡¡¡¡Quien osa entrar en mis
aposentos!!!!!"
Mariafrigildis muy asustada dijo con voz muy
tenue:
- "Me llamo Mariafrigildis y tú, ¿Quién eres?
-“Yo soy PEO PRIMERO, EL SABIO. ¿Qué haces tú
en mi reino?
- No sé cómo he llegado aquí, de repente un
gran peo salió de mi cuerpo, todo el mundo dejó de bailar, los músicos dejaron
de tocar y yo sentí tanta vergüenza que pedí que la tierra me tragara y aquí
estoy" - dijo Mariafrigildis
- "A ver, a ver, acércate chiquilla, a ver
si es verdad lo que me estás contando" - dijo el rey.
Mariafrigildis se acercó al rey y conforme
avanzaba por ese túnel veía que a su alrededor había millones de peos de todas
las formas y colores, peos grandes, peos pequeños, peos bajitos, peos gordos...
Así que el rey dijo muy alto para que todos lo
escucharan:
- "A ver, ¿quién de todos vosotros a osado
a salir del cuerpo de esta chiquilla?"
De repente se escucharon unos pasos muy fuertes
y una voz muy ronca, y apareció un pedazo de peo increíble enorme grandioso que
decía:
- " Señor he sido yo, no he podido
evitarlo, estaba dentro del cuerpo de esta chiquilla y ya no pude hacer nada
para no salir, iba a reventar dentro, estaba totalmente hinchado señor.
- "Bueno, bueno" - dijo el Rey -
"Ven chiquilla. Por lo mal que lo has pasado te voy a dar esta bolsa"
le dijo el Rey depositándole una bolsa en la mano...
Y de repente Mariafrigildis apareció en la
plaza del pueblo con su bolsita en la mano, la gente la vio y acudió a ella, y
algunas mujeres y hombres le decían:
- "oioioi Mariafrigildis ¿dónde has estado?,
madre mía te hemos estado buscando por toda la plaza, estábamos muy
preocupados."
Mariafrigildis les cuenta todo lo que le había
pasado dentro de ese túnel, pero cuando termina su narración la gente le pregunta
que qué había dentro de la bolsa que llevaba en la mano y que Mariafrigildis no
sabe lo que es.
Por ello decide abrirla y cuando la abre....
(En este momento, lo ideal es preguntar a los niños qué creen que hay dentro de
la bolsa) hay monedas de oro!!!
A su lado estaba su "amiga"
Pililidris, que escuchaba atentamente todo lo que estaba diciendo Mariafrigildis.
Pililidris siempre quería todo lo que tenía Mariafrigildis:
Si Mariafrigildis se hacía un vestido nuevo, Pililidris
iba a la modista y se hacía uno igual. Si Mariafrigildis se hacía un
peinado en casa, Pililidris iba a la peluquería y se hacía el mejor peinado.
Si Mariafrigildis hacia una fiesta de cumpleaños, Pililidris contrataba a la
mejor orquesta para que hicieran una fiesta en su casa y así con todo.
Así que a Pililidris le dio mucha envidia que a Mariafrigildis le hubiesen dado una bolsa con modenas de oro y ella quería una igual. Por eso, se puso en mitad de plaza del pueblo, con toda la plaza abarrotada, y empezó a empujar para ver si salía algún peo, como no salía no paro de empujar, se puso de todos los colores, amarilla, verde, azul... y no salía nada, así que seguía... hasta que al rato salió una mijititilla de peo, que eso no era un peo ni era na, era un peo tan pequeño que nadie se enteró, Pililidris como veía que nadie la miraba empezó a gritar:
- "OIOIOIOIOIOIOIOI que
vergüenzaaaaaaaaaaaaa, YO, YO, YO, mirarme que he sido YO, ¡¡me he tirado un
PEO!! ¡¡qué peste!! ¡¡qué vergüenza por Dios!!! OIOIOIOIOI"
Del escándalo que estaba montado la gente dejó
de bailar, los músicos dejaron de tocar y todo el mundo la miró, así que Pililidris
dijo:
- "OIOIOI ¡¡qué vergüenza!! ¡¡Tierra
trágame!!"
En ese momento La tierra se abrió y se la tragó.
Pililidris apareció en el mismo sitio que Mariafrigildis y pasó lo mismo, se
escuchó al rey preguntar que quien osaba entrar en su reino... Pililidris le
contó todo lo que le había pasado (y lo cuentas...) pero muy exagerada, todo
era exagerado, el peo, la gente, llegó a decir que la gente casi le pega por
tirarse un peo!!
Así que el Rey volvió a preguntar que quien
había salido del cuerpo de esta chica... y de entre todos los peos salió un
peillo, que eso no era ni un peillo siquiera, no tenía forma y estaba tan
delgado que parecía un hilillo en vez de un peo. El pobre peo no tenía ni voz
para poder hablar y dijo como pudo:
- "Señor he sido yo, pero yo no quería, me
han obligado señor, yo estaba ahí tan a gusto señor, de verdad, han empujado y
empujado y empujado hasta que ya no he podido hacer nada y así estoy que no me
puedo ni mantener en pie.”
- "Vale, vale" - dice el rey
pensativo - "por lo mal que lo has pasado te voy a dar esta bolsa".
Y le deposita una bolsa en la mano a Pililidris.
De repente Pililidris sale a la plaza del pueblo, todo el mundo acude a ella,
sorprendidos por lo que había pasado, le decían lo mismo que a Mariafrigildis,
preguntaban que dónde había estado y qué había pasado.
Pililidris lo cuenta todo, muy exagerado por supuesto (y lo cuentas como si fueses ella..)
Así que la gente le pregunta que qué es lo que
le ha dado el rey, ella abre la bolsa y dentro hay... (preguntas a los niños
que qué creen que hay dentro.)
¡¡Había una caca de vaca!!
Y colorín colorado este cuento se ha acabado
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