lunes, 4 de julio de 2011

La lista de la Maestra

     Cierto día una maestra pidió a sus alumnos que pusieran los nombres de sus compañeros de clase en una hoja de papel, dejando un espacio entre nombre y nombre. Después les pidió que pensaran en la cosa más linda que pudieran decir de cada uno de sus compañeros y que lo escribieran debajo de su nombre.

     Tomó el resto del período de la clase la tarea encomendada para poder terminar lo pedido. A medida que los alumnos dejaban el aula, entregaban a la maestra la hoja de papel.

     Durante el fin de semana la maestra escribió el nombre de cada uno de sus alumnos en hojas separadas de papel y copió en ella todas las cosas lindas que cada uno de sus compañeros había escrito acerca de él. El lunes ella entregó a cada alumno su lista.

     Casi inmediatamente toda la clase estaba sonriendo. "¿Es verdad?", ella escuchó a alguien diciendo casi como en un susurro. "Yo nunca supe que podía significar algo para alguien", y "Yo no sabía que mis compañeros me querían tanto", eran los comentarios. Nadie volvió a mencionar aquellos papeles en clase. La maestra nunca supo si ellos comentaron su contenido con alguno de sus compañeros o con sus padres, pero eso no era lo importante. El ejercicio había cumplido su propósito. Los alumnos estaban felices consigo mismos y con sus compañeros.Aquel grupo de alumnos siguió adelante y progresó.

     Varios años más tarde uno de los estudiantes murió en Vietnam y la maestra asistió a su funeral. Ella nunca antes había visto a un soldado en su ataúd militar. Él se veía tan bonito y tan maduro. La iglesia estaba llena con sus amigos. Uno a uno de aquellos que tanto lo apreciaban caminaron silenciosamente para darle una última mirada. La maestra fue la última en acercarse al ataúd.

     Mientras estaba allí, uno de los soldados que actuaba como guardia de honor se acercó a ella y le preguntó: "¿Era usted la profesora de matemáticas de Marcos"?. Ella balbuceó: "Sí". Entonces él dijo: "Marcos hablaba mucho acerca de usted"

     Después del funeral la mayoría de los excompañeros de Marcos fueron juntos a una merienda. Allí estaban también los padres de Marcos, obviamente deseando hablar con su profesora. "Queríamos mostrarle algo", dijo el padre, sacando del bolsillo una billetera." Lo encontraron en la ropa de Marcos cuando murió. Pensamos que tal vez usted lo reconocería" , dijo.

     Acto seguido abriendo la billetera, sacó cuidadosamente dos pedazos de papel gastados que él había arreglado con cinta y que se veía que había sido abierto y cerrado muchas veces. La maestra se dio cuenta, aún sin mirar mucho, que era la hoja en la que ella había registrado todas las cosas lindas que los compañeros de Marcos habían escrito acerca de él.

     "Gracias por haber hecho lo que hizo" dijo la madre de Marcos. "Como usted ve Marcos lo guardaba como un tesoro"

     Todos los excompañeros de Marcos comenzaron a juntarse alrededor. Carlos sonrió y dijo tímidamente: "Yo todavía tengo mi lista. La tengo en el cajón de encima, de un armario que tengo en mi escritorio". La esposa de Felipe dijo: "Felipe me pidió que pusiera el suyo en el álbum de casamiento". "Yo tengo el mío también", dijo Marilyn. "Está en mi diario". Entonces Victoria, otra de sus compañeras, metió la mano en su cartera, sacó una billetera y mostró al grupo su gastada y arrugada lista. "Yo la llevo conmigo todo el tiempo" y sin siquiera pestañear dijo: "Yo creo que todos hemos conservado nuestras listas.

     Fue entonces cuando la maestra se sentó y lloró. Lloró por Marcos y por todos sus compañeros que no lo volverían a ver.

     La densidad de la población de nuestra sociedad es tan pesada que olvidamos que la vida va a terminar un día. Y no sabemos cuando será ese día. Así que, por favor, díganle a la gente que ustedes quieren y para quienes desean el bien, que ellos son especiales e importantes. Díganselo, antes que sea demasiado tarde. Una manera de decírselo es esta: Con esta historia.

Todos para uno

Objetivo:
  • Trabajo en grupo.
  • Expresión corporal.
  • Relajación
Organización del grupo:
  • Separados de forma individual por al espacio y cada uno con un globo.
Material necesario:
  • globos.
  • Equipo de música.
  • Música tranquila o relajante.
Realización:
  1. Al ritmo de la música comenzamos a golpear el globo con suavidad.
  2. A una orden del monitor comenzamos a ayudar a los compañeros para que el globo no caiga.
  3. Poco a poco nos vamos acercando y colaboramos los unos con los otros para que no se nos caigan los globos. se iran cayendo algunos globos pero no se recogen.
  4. Cuando quede un sólo globo todos lucharan para que éste no caiga.
  5. tras un rato todos luchando por un mismo objetivo, el monitor comenzará a lanzar los globos hacia arriba e ira cada uno haciendose cargo de su globo y finalmente se separarán con sus globos.

La Anaconda

Objetivo:
  • Trabajo en grupo.
  • Expresión corporal.
  • Coordinación
Organización del grupo:
  • En círculo todos cogidos de la cintura del compañero.
Material necesario:
  • Ninguno.
Realización:
  1. El monitor enseña la canción
  2. Todos en fila y cogidos de la cintura del compañero de delante, siguen al monitor al ritmo que cantan la canción. El monitor irá girando en círculos concentricos como una caracola hasta que todos están encerrados.
  3. luego se puede hacer el juego caminando hacia atrás.
  4. también se puede hacer con la mano derecha por debajo de las piernas y con la izquierda coges la derecha del compañero
Canción:
  • La anaconda es una serpiente... que se enrolla muy lentamente... si te enrollas como la anaconda... tu vida... será la monda...

El teatro, lo que amo,...

   El teatro, lo que amo, lo que me hace resurgir de mis cenizas. El teatro hace que pueda respirar, que pueda sentir, que pueda hablar, que pueda mirar, que pueda pensar desde la mente, los ojos, la boca, el corazón y los pulmones de cada personaje que interpreto. La vida es puro teatro, porque el teatro está hecho de vida, la vida misma que se presenta ante nosotros. Cuando las luces se apagan y la sala queda a oscuras, nos desprendemos de nuestras preocupaciones, para acoger las que se nos presentan en la obra interpretada, el público se convierte en un mirón que queda con la mente abierta a lo que pasa frente a sus ojos.
   El teatro es capaz de poner los pelos de punta, sonrojar, reír a carcajadas o soltar alguna que otra lágrima. Odiado y querido a lo largo de su extensa vida, es el arma de los inquietos de mente, para hacer sueños realidad, aunque solo sea hasta que caiga el telón.
   El teatro es la alegría de muchos, que no queremos dejar de ser niños, que soñamos con pisar el escenario, para hacer vibrar a otros que miran.
   El teatro se incrusta en los corazones  dando paso a historias que se mezclan entre la realidad de nuestro día a día  y la ficción de los ensayos y representaciones.
   Historias como la que hoy os queremos contar.
José Luna.