domingo, 6 de marzo de 2011

El hombre de los gorros

aquí os dejo el video de cuando hicimos el cuento en clase (disculpad, pero no está entero pq la camara se cortó unos minutos antes, pero por lo menos podeis haceros una idea)



Aquí os dejo una transcripción del cuento:

Erase una vez que se era… En un monte cualquiera… En una casita, en lo alto de ese monte, vivía un hombre mayor que se dedicaba a hacer gorros…
Sí, hacía todo tipo de gorros: gorros con visera, gorros sin visera, gorros con bufanda, gorros de hada… (Nombrar todos los gorros pintorescos que se nos ocurran. Al mismo tiempo que se nombran, hacer gestos que identifiquen a los gorros que nombramos).

De esta manera, el hombre tenía muchos gorros. Tantos, que cuando por las mañanas se levantaba y abría el frigorífico para hacerse un vaso de leche… (Se hace gesto de que se abre el frigorífico y se caen muchos gorros en lo alto del hombre) se le caían un montón de gorros encima. Luego cuando iba a echarle cola-cao a la leche, abría la puerta del armario de la cocina y… (Se hace gesto de que se abre el armario de la cocina y se caen muchos gorros en lo alto del hombre) se le caían los gorros encima. Luego cuando iba a ducharse como todas las mañanas, abría la cortina de la ducha y… (Se hace gesto de que se abre la cortina de la ducha y se caen muchos gorros en lo alto del hombre) también se le caían los gorros encima.

“Esto no puede seguir así” se dijo un día el hombre. Y se puso a pensar… (Gesto de pensar) hasta que por fin, se le ocurrió una idea. Seguidamente cogió un saco y se puso a echar gorros dentro (el cuenta-cuentos va haciendo lo que va narrando) cuando vio que estaba lleno, le echó un nudo y cogió otro saco en el que continuó echando gorros. Cuando vio que estaba lleno, le echó un nudo, se echó los dos sacos a los hombros y se puso a caminar… Y caminó y caminó… Hasta que poco a poco, muy poco a poco, se fue haciendo de noche. El hombre cada vez estaba más cansado, por ello decidió echarse a dormir en los pies de uno de los árboles del bosque. Así que puso los gorros como almohada, se tumbó y se durmió… (El cuenta-cuentos se tumba y hace como que se duerme)

EXPLICACIÓN A LOS NIÑOS: que no os entre sueño como al hombre porque he de contaros algo muy interesante…

El hombre no se había dado cuenta, pero el árbol en el que se había echado a dormir estaba abarrotado de monos. Si, lleno de monos. Pero estos monos eran unos monos muy traviesos. Tanto, que cuando el hombre estaba completamente dormido, bajaron todos los monos sigilosamente del árbol y cada uno le cogió prestado un gorro.

Bueno, ahora se complica todo, porque en el cuento aparece un hombre que soy yo y también aparecen unos monos que… que no hay… o… si! Vosotros. Vosotros podéis ayudarme con el cuento. Vosotros podéis ser los monos.

A ver, pero antes de nada tenéis que recordar que los monos hacen y dicen todo lo que hace y dice el hombre. Así que si yo soy el hombre y digo hooooooooolaaaaaaaaaaaa! (dejar tiempo para que lo repitan) y si digo… hola (dejar tiempo para que lo repitan. No obstante esto hay que repetirlo con varios ejemplos para que los niños capten la idea de que tienen que repetir lo que el hombre haga y diga. Una vez que todo está comprendido se continua)

Bueno veo que lo habéis comprendido muy bien. Así que continuemos con nuestra historia. Nos habíamos quedado en que el hombre se echó a dormir. Así que ya sabéis todos, a dormir…

CUENTO: (A partir de aquí voy a escribir frases cortas, más prácticas para que los niños las puedan repetir. Y no hay que olvidar que con cada una, e incluso sin frase, debemos hacer gestos que los niños también han de repetir).

AAAHHH!! (Abriendo la boca)
(Estirazar el cuerpo)
(Levantarse poco a poco del suelo)
(Darse varios golpes por la cara y por el cuerpo para despertarse)
Atchissss!!! (Estornudar)
(Frotarse los ojos)
(Señalar a los niños haciendo evidente que hemos descubierto nuestros gorros en sus cabezas)
Esos…
Son…
Mis gorros…
Devolvédmelos!!...
Vamos!...
Mira mira…
Que me cabreo…
(Pataleta)
Que me deis mis gorros…
Pero ya!
(Suplicante y de rodillas) porfi…
Anda…
Devolvédmelos…
No?
(Se levanta y le saca la lengua)
Veréis…
Monitos…
Yo…
Iba al pueblo de aquí al lado…
Allí…
En el mercado…
Quería vender los gorros…
Con el dinero…
Me iba a comprar…
Un perro…
(Se hace el perro)
También me iba a comprar…
Un caballo…
(Se hace el caballo)
Y además me iba a comprar…
Un coche de choque…
(Se choca con los traseros)
Pero claro…
Como vosotros…
No me devolvéis…
Mis gorros…
Ya no me puedo comprar…
El perro…
Wau! Wau!
Ni el caballo…
(Sonido caballo)
Ni el coche de choque…
Pum!
Y ahora que hago yo?...
Bueno…
Voy a pensar…
(Piensa de una manera)
Aaaaaaah!...
No no no no no…
(Piensa de otra manera)
Ya está!...
No, no está…
(Al decir esto hace un gesto y todos lo repiten como durante todo el ejercicio, pero en este momento el cuenta-cuentos hace evidente que el hombre que él interpreta ha descubierto algo y hace varios gestos ridículos que todos también repetirán como siempre)
Jeje..
Os he pillado!...
Cojo el saco…
Lo abro y lo abro…
Un paso atrás…
Y otro más…
Y otro y otro…
Cojo el gorro…
Hola!
Hola hola!
Uno…
Dos…
Y Tres!...

(A partir de aquí se debe decir todo muy rápido para que nadie repita) Y al tirar el hombre su gorro dentro del saco todos los monos hicieron igual. En ese momento el hombre fue rápidamente y cerró el saco. Y así fue como el hombre, que es más listo que los monos, consiguió sus gorros.

1 comentario:

  1. yo conocía el hombre de los globos pero no el hombre de los gorros.....¡la de cosas que estoy aprendiendo!

    ResponderEliminar